No siempre se recibe lo que se da. No ofrecer lo suficiente es una piedra con la que he tropezado varias veces ya. Pero nada de eso importa si tu corazón sabe a donde va. Si su destino son mis sueños, mis problemas parecerán mucho más pequeños. Mi corazón late en una prisión y me grita desesperado, que no haga caso a la razón, que el amor está sobrevalorado. Pero cada rincón de esta habitación me susurra que está muy equivocado. Me pide que juegue, que me vuelva a arriesgar. Y mi miedo a perder ciega mi ansia por ganar. No quiero otra tirita cutre para mi triste corazón, que no ha terminado de sanar. Quiero un sentimiento tan sincero que me haga querer volver a empezar.
Audioslave: Doesnt remind me.
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