Me gusta creer que no todo está perdido, por muy difícil que sea la situación. Sí, así me siento. Perdida, perdidísima. Y ni siquiera sé por qué. Quizás hayan pasado demasiadas cosas en tan solo 24 horas sin dormir. Todo se ve diferente cuando cae la madrugada, ¿sabes? El color del cielo no es lo único que cambia. Es algo más que pasar de mirar las estrellas a observar las nubes, es mucho más. Y quizás sean todos estos hechos lo que me confunden, pero ¿Cómo puedo saberlo? A veces, esas pequeñas conversaciones filosóficas bajo un cielo negro cubierto de estrellas pueden llegar a convertirse en una solución a ese gran problema que te asusta desde hace tiempo. Un problema no es como un tatuaje, marcado a fuego bajo tu piel. Igual que las estrellas no salen solo por la noche, ya que el Sol es una de ellas. A veces descubres que los opuestos pueden llegar a ser lo mismo, simplemente nadie se ha parado nunca a pensarlo. La gente ya no piensa, simplemente actúa como les dicen que lo hagan. Se va perdiendo la personalidad, el individuo va perdiendo importancia. Perder, perder, perder. Y volvemos a lo mismo. Solo necesito las herramientas para encontrarme, y ayudar a los demás a encontrarse a ellos mismos. Porque la felicidad no es egoísta. No sé cuando, cómo, ni dónde encontraré esas herramientas, pero lo haré. Hasta entonces, un cigarro, una cerveza y el rockandroll tendrán que ser suficiente.
..Hippie girl, jump into the pool, don`t let anyone tell you you need rules. Hippie girl, I`ll smoke your pipe of peace outside your tent, we´ll watch the smoke rings go up in the wind..
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