domingo, 13 de octubre de 2013

Ábreme el pecho y registra

Y allí estábamos otra vez. Sentadas en cualquier sucia acera, cansadas de bailar, con ampollas en los pies. Compartíamos el último cigarro. Nuestro pelo rubio estaba despeinado, enredado, nuestro pintalabios corrido y teníamos unas horribles moradas, profundamente marcadas ojeras debajo de los ojos. No sabíamos qué hora era, tampoco nos importaba. El sol empezaba a asomarse. Hablábamos de esos temas que habíamos deseado olvidar con la primera copa de whisky de la noche. Pero no puedes huir de los problemas, nunca desaparecen. Puedes intentar evadirte, pero ellos te esperan en la esquina que tienes que cruzar para llegar a casa. Cuando saben que estarás sola, porque nadie te acompaña. Recuerdo que limpiaba las lágrimas negras que rodaban por tus mejillas. Y ahí, en ese mismo momento, en ese mismo lugar, deseé que la magia existiera. Deseé decirte que te quería, que no me iba a ir a ninguna parte, que lucharía a tu lado contra quien fuera. Pero preferí dejar que tus ojos lo adivinaran y, en vez de decirte nada, te di un abrazo en el que deseaba llevarme una parte de tu dolor, para al menos saber que esa noche dormirías tranquila. Deseé ser capaz de mantener alejados a tus viejos demonios que venían a visitarte cada noche, tan rastreros, tan crueles. Tus ojos azules escondían mil secretos. Algo sobre tu forma de bailar desvelaba que habías visto demasiado para ser tan joven. Tus silencios decían más que tus palabras. La tinta de tu piel ardía con furia. Después de tantos años, una parte de ti seguía siendo un completo misterio. Cargabas con pensamientos que todavía nadie había conseguido entender. Quizás ni siquiera tú misma los habías entendido todavía. 

"Ojalá que se llame Amapola, que me coja la mano y me diga que sola no comprende la vida, no"

martes, 1 de enero de 2013


Y fue ayer cuando creí ser la persona más feliz del mundo. Sin embargo, al despertarme esta mañana una nube de humo ha invadido mi mundo utópico; dónde el fuego cobra vida y el amor nunca muere, dónde la música brilla y nunca jamás llueve, dónde las estrellas bailan y la noche es eterna, dónde el mar esconde tesoros sepultados por siempre bajo la arena. Y el primer pensamiento que me ha venido a la cabeza ha sido tan dulce y desolador a la vez. He pensado en decirte adiós, en huir lejos de ti y no alimentarme con más que tu recuerdo. Pues lo que siento por ti no puedo expresarlo, es demasiado grande para hacerlo concreto con simples palabras, aunque lo he intentado esconder en miles de ingenuos “te quieros”. Y supongo que pensarás que la locura se ha apoderado de mí, como el miedo se apodera de cualquier cobarde que osa atentar contra su vida. Y seguramente estés en lo cierto. Puedes llamarlo como quieras, pero sólo sé que para mí tus palabras sonarían como la canción más bonita del mundo, y las aceptaría sin rechistar. He ahí el problema, mi razón de ser. ¿Cómo puedo disfrutar de tu compañía y estar tan orgullosa de decir que eres tan sólo mío, cuando en algún momento esto ha de llegar a su fin? Mi corazón no puede concebir el dolor que me produce ese terrible pensamiento. ¿Por qué seguir entonces viviendo en esta eterna mentira? ¿Por qué no mejor despedirme y marchar? Sería más fácil, menos doloroso que esta unión sin sentido. Si supiera que lo nuestro es para siempre, no dudaría ni un solo segundo. Pero nada ni nadie puede asegurar tal cosa. Déjame, por lo tanto, refugiarme de ese venidero calvario. Déjame ir, te lo ruego. Me refugiaré en la soledad y viviré de tu recuerdo, tú podrás refugiarte en cualquier otra mujer que se atreva a jurarte amor eterno. Y, así, cada uno caminaremos por nuestro propio camino y sin embargo, en un recuerdo permaneceremos unidos para siempre.


lunes, 19 de noviembre de 2012

Mr Photographer.




Aún recuerdo sin esfuerzo la noche de verano que te conocí. En un bar de no más de 5 metros cuadrados en Malasaña, supe que serías alguien especial desde que te vi. Yo hablaba y reía con mis amigas, tú bebías una copa de ron. Mis miradas perdidas buscaban encontrar tu atención. Tú te acercaste a la barra, aún no sé muy bien por qué. Me rozaste al pasar y al darte la vuelta, te saludé. Te pregunté tu nombre, tú el mío, luego la edad, y dejamos que actuara el destino como si fuese casualidad. Típica historia de "chica conoce chico", pero tú eras tan atípico. Maduro, independiente, interesante, artístico. Divertido, algo ambigüo, inteligente, casi místico. REcuerdo los paseos por Madrid, de Moncloa a tu piso. Tantos planes que sugerir, pero el destino no quiso. Cambiamos esas "copas y conciertos" por noches en tu habitación. Noches en las que nuestra ropa interior acababa tirada en cualquier rincón. La televisión apagada, los ceniceros llenos y lo único que se oía eran mis gemidos y tu respiración. Y nunca fui princesa de primera cita y revolcón, pero había algo en ti que despertaba mi pasión y volvía loca a mi razón. Tantas noches de humo y placer, de dormirnos desnudos en tu cama, de sensaciones que me hacían enloquecer y mandando a la mierda mi mala fama. Y ahora tú te vuelves a Nueva York y me dejas aquí sola. La soledad me consume y la lujuria me controla. Pero si vuelves no dudes en llamarme, que a una noche contigo jamás podré negarme.

M.

Sunday Drivers - Often

Have you forgotten the way you looked at me when me met?

miércoles, 11 de abril de 2012

Where there's smoke, there's fire.

There she goes. Looking like a model with those tight jeans, high heels. So skinny. Perfect makeup, with eyes all painted black, lips the color of blood, pale white skin. Long blonde hair, so wild.. feeling the wind. Broken, but not destroyed. She thinks all that glitters is gold. Where's your inspirarion, girl? Tell me, where did it go? Because it's been gone a little too long. I see her walking like nothing's wrong, and I wonder how she truly feels. Always with a cigarrette between her beautiful lips, but no lighter. She likes talking to strangers to ask for one, and then hide behind all of that cigarrette smoke. She only desires the things that will destroy her in the end. They say she only gets out of her cage at the night's call. She feels embraced in the darkness she calls home. And the light of the moon is all that she allows to touch her fragile skin. They say she is a lonely soul, with so many soulmate candidates. But noone seems to please her. She's in love with fire. She's got a life on her own and it shows by her bed. They say she doesn't see her friends anymore. She started a new revolution inside her head. They say she is lost inside her own mind, looking for something she can't find, because she doesn't know what it is. Have you found it already? Or is it too soon? Is it too late? Little rock and roll princess, let me save you while there's still something left to save. Stop asking the stars what your path might be. You know the moon won't ever belong to you. Stop seeking in the darkness what your heart lacks. Maybe you'll find pleasure when you burn. Smell the rain, dream without fear. This is what it means to be free. You should know that what is normal in the magic of the night, in the morning seems insane. They say she once spoke about a God above, maybe it was just the whiskey talking. She gets drunk with music, poetry and art. But art never comes from happiness, my dear. Don't believe in everything you hear. She steps on those fallen leaves on the ground, like those good old days that never again will be found. She's a lover baby, and a fighter. She lives watching the seconds pass by, she's only happy when she's high. A beautiful lie, you just can't deny. Oh, just live and let die.